Teniendo en cuenta las grandes pérdidas y la oleada de despidos que está viviendo RIM, a estas alturas no debería de sorprendernos cualquier tipo de movimiento desesperado. Una decisión de esa índole es la que parece estar tanteando ahora la gente de RIM, y es que, según informan algunas personas cercanas a la compañía, la idea que está pasando por la cabeza de la firma es la misma que ya la que planteaba el ex co-director ejecutivo Jim Basillie hace unos meses: abrir la plataforma a la competencia.
Por si fuera poco, en este fregado parece estar metido nada menos que Steve Ballmer, quien, ni corto ni perezoso, podría haber ofrecido la idea de llevar un teléfono Nokia con Windows Phone para impulsar de nuevo la tecnología de RIM. Esto sin embargo parece ser la opción menos atractiva, ya que con ello renunciarían a la independencia tecnológica de la que ahora mismo disfrutan, aunque claro, todo dependerá de lo cruda que se vaya poniendo la situación.
Habrá que esperar a ver cómo avanza la cosa y comprobar si finalmente se cumplen esos pronósticos financieros que tantos nubarrones parecen traer.
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